Juana Rozas: ¿Dónde termina Tanya y empieza Juana? El alter ego como herramienta para tomar distancia del dolor y convertirlo en arte
A último momento, tuve que cambiar la ubicación para encontrarme con Juana Rozas. Me da el ok y dice que no hay drama. Le pido disculpas, tratando de apresurar el paso para llegar a tiempo. Voy caminando mientras miro el celular, chequeando los disparadores para las preguntas, ansioso por encontrarme con ella ¿Cómo sería?
Por Félix Amadeo
Eso me pregunto porque siempre sentí una admiración muy profunda por artistas que despliegan su propio universo conceptual y Juana llena todas las casillas en ese sentido. Lleva dos álbumes construyendo y sembrando una identidad fragmentada, caótica y, por sobre todo, ecléctica.
Sónicamente no le escapa a nada, porque versátilmente usa su voz para explorar los estilos que le gustan. TANYA, su más reciente disco, salió el 18 de abril y una semana después hicimos esta entrevista. Es más, mientras aceleraba el paso, casi me caigo al piso: Rozas fue nominada en la categoría Artista Revelación en los Premios Gardel.
Imaginen si ya estaba ansioso de por sí, cómo caía esa noticia mientras corría a verla. Llegué temprano, por suerte. Una vez reunidos, conversamos del presente en profundidad, como para bajar diez mil cambios al caos de la rutina. A continuación, la entrevista que nos convocó esa fresca tarde de jueves:
-¿Cómo viviste la salida de tu nuevo disco y cómo fue la experiencia de compartirlo con el público por primera vez?
-La verdad que lo recibí muy bien. La salida fue muy buena. Hice un evento que fue una preescucha el día antes y fue hermoso. No me hice ninguna ilusión. No pensé mucho. Llegué de una gira en México y a los dos días era la preescucha, entonces era un boom. Estaba re cansada, pero estaba como muy "¡está por salir el disco!". Se llenó de gente y fue como ver una película en el cine, lo cual me re gustó. Yo había visto el corte final solamente una vez. Decidí no verlo porque no quería volverme loca, obsesionarme con detalles o boludeces. No caer en "falta esto", ya está boluda, dejá de cambiar las cosas (risas).
-¿Qué sensaciones tuviste durante la preescucha del corto y cómo fue recibir el feedback directo del público?
-Estaba un poco en el medio yo, con mis hermanas y Marttein. Me acuerdo que mi hermana lloraba y lloraba durante todo el corto. Veía las reacciones de la gente, era divertido. También como yo lo vi una vez sola fue medio sorpresivo verlo en una pantalla grande, en otro formato. Aparte, el sonido de El Maquinal está buenísimo, se escuchaba re bien y estuvo re bueno. Pero bueno, en los temas movidos estaba toda la gente sentada, lo cual era medio raro. Igual, cine, viste, la pantalla.
Después me paré, dije ahí unos agradecimientos. Estuvo re lindo, se me acercó la gente, me saqué fotos y eso. Yo suelo ser medio tímida o vergonzosa. Esta vez lo recibí muy bien, con felicidad, estuvo bueno. Así que me siento re contenta con el resultado, con el disco también. Me llegan mensajes de la gente, textos largos analizando el corto y el disco. Eso es lo que más me gusta. Que la gente haga sus análisis. Ahora estoy re metida en X (Twitter), re fanática. Contesto todo, reposteo y reposteo.
De Vladi a Tanya, si tengo que comparar, me siento muy arriba ahora. Re bien. A la hora de encararlo me siento con más fuerza. Pisando más fuerte. Tal vez tenga otro peso porque es todo un personaje que creé, tuvo un corto re largo. Vladi fue un inicio, fue una especie de puerta a todo esto, pero creo que Tanya es más "ahh" (la expresión en su cara era glamour).
-¿Sentís que el personaje de Tanya es una evolución respecto a Vladi? ¿Cómo se conectan ambos proyectos?
-Sí, de hecho, siento que Tanya es un poco el resultado de esa experiencia. Tiene un poco de terror, el ingrediente terror. Sangre, el tipo que la persigue... y también tiene todo lo otro que yo más anhelaba en un principio: esta mina más rota. Yo lo que pienso mucho es que siempre uno hace según el contexto que tiene, con las cosas que tengo alrededor. Tengo un sello que me da equis plata, esta persona que sabe hacer estos efectos y va quedando según eso. Estoy re contenta, la verdad.
-¿En qué estado se encuentra la preparación del show Niceto y qué elementos te gustaría incorporar? (esta pregunta fue previo al mes y medio del show que ya será este 29 de mayo)
-Está todo muy verde. Vamos creando, hay cosas del corto que voy a llevar al vivo. Quiero que sea algo bastante teatral, pero a la vez medio metalero. Una puesta de luces, muchas luces. Pocas visuales, que no haya mucha visual. Enfocar todo en los personajes y en la banda. Lo voy a hacer con banda. Es lo que más me entusiasma, mucho. Vengo haciendo todo con pista y es medio paja a veces. Posar sola con el micrófono en el escenario es como "eeee".
-¿Cómo está siendo el proceso de trabajo con la banda en esta nueva etapa y qué aprendiste de las primeras presentaciones? ¿Hay mucha libertad para readaptar el formato estudio a la energía en vivo?
-De eso se encarga bastante Andy (el productor) que dirige un poco todo. Pero con el poco tiempo que tenemos, seguramente sea readaptar. No vamos a hacer una súper versión de algo, sí para más adelante. Sí lo que a mí me interesaba de la banda es esta conexión de todos tocando, escucharnos colectivamente, que es difícil que pase en tan poco tiempo porque no tenemos tantos ensayos todavía. La química se va construyendo, en estos ensayos que van pasando. Nos presentamos por primera vez en Baradero, no hace mucho.
Estuvo bueno, fuimos con toda la pachorra pero en un momento se cortó todo. Solo escuchaba la pista, mi voz y a nadie más. La gente re bien igual, me escribieron diciendo que les encantó el show. Fue una especie de prueba a Niceto, nos vamos preparando para esto. También sabemos que ahí vamos a estar bien porque tenemos prueba de sonido.
Creo que la propuesta de armar un show sin visuales es buenísima. Los temas son bastante arriba y la gente va a estar parada. Más allá de lo que pase en el escenario, lo que pase en el público va a ser también el show. Siento que hay algo más de baile, aunque no sé qué va a pasar. Me imagino en algunos temas que pueda pasar eso.
-¿Te resulta difícil procesar todo lo que está ocurriendo en tu carrera últimamente? ¿Cómo viviste emocionalmente el lanzamiento del disco?
-A veces es mucho. Todavía estoy procesando que viajé a México. No sé, como que van pasando cosas y uno no se detiene a pensar, "che, acaba de pasar esto". Pero, por suerte hoy tuve terapia, que hace mucho no tenía, y me bajó miles de cambios, porque venía medio bajón. Uno dice ¿por qué estás bajón, boluda?, si te están pasando cosas re lindas… pero mi estado era como "duhhhh, qué paja vivir". Eso me pasó después de sacar el disco, como que tuve una depresión posparto. Hablé con la psicóloga hoy y me volvió a subir la energía. Ahora estoy mejor, ya estoy bien. Es re loco cómo hablar algo puntual te cambia la perspectiva.
-¿Cómo manejás las críticas o comentarios negativos que recibís en redes sociales o por mensajes directos? ¿Cómo te tomás las reacciones en esas plataformas?
-A mí me encanta. No le hago mucho drama a esas cosas porque me dan risa. Veo a alguien que habla mal de mí y me lo tomo como "ja ja". A menos que sea algo muy tremendo. Una vez me mandaron un mensaje directo a Instagram que me re bardeaba, ahí sí me puse mal. Siempre alguno te va a bardear.
-¿Qué descubriste sobre vos misma al crear y trabajar con el alter ego de Tanya? ¿Qué rol juega la terapia en ese proceso?
-Yo creo que si vos estás creando un alter ego tenés bastante claro quién sos vos como persona y quién es tu alter ego, si bien tiene un montón de cosas tuyas. En terapia analizo todo, le paso los videos, le paso las letras, analizamos todo. Con ella me di cuenta de muchas cosas de Tanya que no me daba cuenta y las llevé bastante al corto, varias cosas.
Hoy hablamos bastante de eso, yo le dije "estoy muy bajón"... y decía "porque Tanya…", dándole entidad. "Tanya tiene muchas cosas tuyas, no te sientas tan aparte de ella… Vos estás contando algo que es tuyo, no es de otra persona". Estar contando algo re fuerte es porque te genera cosas. La creación de un alter ego es también un poco para separarse de esa cosa que te daña un poco el cerebro. También desde uno mismo, no tenés la fuerza para hacerlo. Es más divertido fantasear.
-¿Cómo surgió la idea de crear a Tanya y cómo fue el proceso creativo que derivó en el concepto del disco y del corto?
-Medio depende. Voy armando según, va medio todo de la mano. Siempre parto de algo muy primario. Tanya salió de un personaje de una serie, The White Lotus, esa pelotudez total de decir "Uh este personaje me encanta, voy a agarrar ese nombre, pum, Tanya". De jugar y jugar así salió Antonio. Nació de un juego de palabras. Toda la historia que Tanya (la de White Lotus) tiene que se va a la playa, al barco ese. Después, sobre darme cuenta qué quería decir o hablar, fue en el proceso de hacer el disco, estar en el estudio con Andy, Jero y Bruno. "¿Qué quiero decir?", de ahí nació todo eso que va de la mano con las cosas de análisis. Lynch fue una gran referencia, visual y estética. Del sinsentido, aunque algo no tenga sentido voy a buscar una explicación. Lo del ojo en el corto de TANYA, no tiene una explicación única, ni para mí ni para quien lo ve.
-¿Cómo fue la experiencia de producir tu primer proyecto con Manu (Mailo) y qué diferencias sentiste al trabajar luego con un sello como Sony Music? ¿Buscaste retomar lo aprendido y continuar el proceso?
-Wow, me re pasó eso. Con Manu (Mailo) tenía un par de maquetas para Vladi. Dije, le voy a hablar a Manu que es un amigo de la secundaria, íbamos al mismo curso. Era muy fanático de Radiohead, muy nerd de la música. Dije "le voy a hablar" para concretarlo con él. Era todo muy así, hecho en su casa. Yo no tenía tanta plata para darle, después le pagué un poco más. Sí fue una experiencia muy linda en términos de química-conexión con un productor amigo. Nos juntábamos hasta tarde. Eso me costó mucho volver a recuperarlo.
Quería volver a trabajar con Manu, me junté un par de veces después de Vladi pero no salía nada. Ya habíamos perdido todo eso que habíamos tenido. Manu estaba en otro momento de su carrera, más arriba, cobrando más caro. Cosas que tenía que ver más con su vida de trabajo. Re entiendo, ya no puedo recuperar eso que habíamos hecho. Fue un momento y ya está, lo tengo que superar. Como una relación, viste.
Después de Vladi yo firmé con Sony Music. Ahí sí me surgieron otros contextos. Un estudio tremendo, poder trabajar con más gente y poder pagarles bien. Otro tipo de trabajo. Horarios más establecidos, de 9 a 18hs en el estudio todos los días y así. La verdad que al principio extrañaba mucho estar tomando una birra a las 12 de la noche y estar flasheando los dos drogados (risas). Tanya fue más estar como trabajando, a mí me cuesta trabajar.
A veces iba al estudio y pensaba ¿qué estoy haciendo? esto ya no me gusta, esta cosa de no sentir mucho placer. Por ahí me decían "bueno Juana, ahora tenés que cantar esta parte" y yo como "uh, bueno…", pero ya ahí en el momento cuando lo estoy cantando pienso "esto está buenísimo" y me empiezo a copar. Una cosa de pajera total, uhh una paja (risas).
Como que tienen que ver con el trabajo. Me estoy dedicando a ser música, hacer un disco con un sello que quiere plata de mí. Imposible (risas). A menos que seas una artista que ya esté recontra mega mega, yo no. Es pensar en eso, a la vez que pienso hacer algo que me guste a mí, todas esas cosas que tienen que ver con estar en un sello, la industria musical.
-¿Cómo equilibrás tu integridad artística con las exigencias de estar en un sello discográfico? ¿Sentís presión por generar dinero a través de la música?
-Creo que para cualquier artista está buenísimo estar en algún sello, a menos que seas un poco millonario o algo así. Te pagan los videos, producción y es decir "bueno, tengo que trabajar para esto". Entonces, cómo hago para generar plata si estoy todo el día en un estudio, pero no veo plata para mí es como, bueno… Trato de cuidar mucho la integridad artística. Es tan impredecible la música y el arte, tal vez hacés un disco experimental re raro y la recontra pegás. Hoy en día siento que está todo muy masticado. Por ahora, me gusta ir muy a lo que yo quiero y deseo, más allá de la plata… que ojalá aparezca.
-¿Qué fue lo que más te asombró y disfrutaste del proceso de grabación en TANYA?
-Me gustó que empezamos haciendo el disco todo digital con la compu y yo dije como "Che… miren dónde estamos, en un estudio con guitarras, bajos, baterías, micrófonos de la puta madre, pedales por todos lados". Los chicos, Jero toca guitarra, Andy la batería, Bruno el teclado… ¡no sean boludos! (risas). Ahí empezamos a hacer todo más orgánico. Grabamos todo con batería, todo con guitarras. Jero se re copó, llegaba al estudio y agarraba los pedales. Eso me gustó mucho, yo no tenía mucha idea de qué hacer la verdad. Estaba medio perdida y quise volver a algo de antes, algo de la banda, desde estar tocando. Hacer un tema que lo hagamos los cuatro ahí en el momento, en el estudio. Nada de "tengo un beat acá, subite al beat", la baja. "Puerta" salió así de hecho. Estar tocando los cuatro. Jammear como en el proyecto soul que tuve que hacíamos temas de Hiatus Kaiyote.
-¿Hay referencias nacionales que tuviste presente a la hora de encarar el proyecto?
-Se me viene a la cabeza Dillom y su disco "Por Cesárea". Es un artista re versátil, si bien no tiene una voz impresionante tipo Mercedes Sosa, abrió una puerta ahora que antes estaba medio retraída. Me gusta como artista. Creo que un poco influenció mi disco, no sé si estéticamente, pero sí en el sentido de hacer un disco que cuenta una historia. "Por Cesárea" siento que va mucho más al grano, ya está muy explícito. Tanya es más… (risas).
-La tapa del disco tiene un diseño con un espiral y un juego óptico. ¿Cómo surgió esa idea y qué buscabas transmitir visualmente con ella?
-Lo del espiral un poco nació porque al principio yo tenía la idea de que el disco sea estéticamente medio esos juegos ópticos que tipo ves la pared, la forma y después a Jesús. En el estudio había un libro de tapas y pensé "uh, es por acá". Yo creo que el disco es como un loop. Ella se cae todo el tiempo, va tropezando. Al final cae y podría volver a empezar, entonces yo lo veía como una especie de loop. Ahí surgió el espiral. Segundo fue quien armó la tapa. Yo quería algo bien icónico, que no sea una tapa llena de cosas. De hecho, es una tapa que vos podés borrar la cara y poner otra encima. Que sea bien icónica en el sentido de reproducción, como Brat de Charli XCX. Poder reproducir una tapa, esa idea me encanta. Me mandaron una versión con la cara de Cristina Kirchner (risas). Cristanya. No sé si te diste cuenta que la tapa dice TANYA, si te alejas se forma la palabra. Nadie se da cuenta, es lo que más me divierte. Un juego óptico. Fue una idea del equipo, fuimos tirando ideas.
-¿Sentís que tuviste que sacrificar algo de la espontaneidad de Vladi al crecer el equipo y tener más producción en TANYA? ¿Qué buscabas recuperar con el rodaje del corto de TANYA?
-El equipo se mantiene de Vladi y se fueron sumando más personas. Aunque fue bárbaro, sentía nostalgia de ese disco. Fue hecho con poca plata, éramos re pocas personas. 24hs en un rodaje, yo quería volver a hacer lo mismo. Volver a sentir eso. Ya no lo venía encontrando en rodajes como “POSE”. Era más, tenés que hacer esto, esto y esto, listo. Yo quería más bardo, lío, un rodaje en la calle y más divertido. Lo logré. Dije “vamos a hacer ocho videos en un día” y los hicimos todos en un día. No sabés lo que fue. Quedé derrotadísima. Me dolía todo, hasta la nariz. Hacía mucho calor, yo tenía unas botas que las usé todo el día. Te pegaba el sol en ellas y me quemaba los pies. Estaba tipo “dale Juana dalee”. Creo que el momento de almorzar fueron diez minutos de comer una empanada y seguir. No paré en ningún momento.
-Mencionás una mezcla de nostalgia y evolución con Lean y Juan, quienes estuvieron en Vladi pero ahora tienen otras responsabilidades. ¿Cómo vivís esos cambios en el vínculo con quienes trabajás creativamente?
-Lean y Juan son dos personas que crecieron un montón en sus carreras. Ya tienen otros proyectos, en la época de Vladi era todo yo. Trabajan para otros artistas ahora, me daba un poco de nostalgia en ese sentido, “hagamos lo mismo que hicimos”, pero pará boluda, no estamos en el mismo momento. Hay otros pros también, más producción, más plata. Poder estar todos cómodos en un rodaje.
-¿Cómo surgió la colaboración con Santiago Motorizado y qué te atrajo de incluirlo en una canción que, desde el juego, termina teniendo una ternura muy particular? ¿Tenías pensado sumarlo desde antes o surgió con la canción ya escrita?
-Fue más lo segundo. Lo de Santi Motorizado me pasó así. Ni tenía pensado nada, pero el tema era una especie de ironía o burla a esta cosa medio indie. La letra, totalmente ridícula, habla en masculino. Porque es una especie de ironía a la figura del hombre indie, que cantan sin ganas. Nació así el tema y se convirtió en un tema que me encanta. Un lado muy tierno. Me encanta pero nació de un juego, como siempre que todo sale de una pelotudez (risas).
Santiago cayó a la casa de Jero a grabar las voces, ya no teníamos más el estudio porque no daban los tiempos. Lo conocí por Instagram. Yo re fan. Me contactó y aproveché el momento para mandarle el tema. Le dije "che, es ahora". Le re gustó y él re amor, re divino.
-En el universo de TANYA hay una presencia muy fuerte del ojo como símbolo, desde "CARIÑO" hasta ahora. ¿Qué significa para vos esta imagen y cómo se fue resignificando con el tiempo y la historia del disco?
-Cuando salieron "Buenísimo", "Un Ángel" y "Tanya Loca" yo tenía la idea del ojo, pero todavía no sabíamos cómo iba a ser la historia completa. Hicimos lo del ojo porque nos copó la idea y yo desde "CARIÑO" vengo jodiendo con lo del ojo. Un día dijimos, "a Tanya le tiene que faltar un ojo, que tenga un parche", creando todo lo del corto que fue un poco antes de filmarlo. Meterlo a la historia y darle entidad.
-¿De qué forma influyó tu formación actoral en la construcción de los personajes de TANYA? ¿Cómo fueron apareciendo los actores que le dan vida a la historia?
-Antonio, el actor que hace de él, era compañero mío cuando estudiaba teatro. Con él hacíamos cualquier cosa, nos cagábamos de risa, todo el día pelotudeando. Lo llamé para que lo interprete porque es actor y encima nos divertíamos mucho. Él es de esas personas que las ves y te dan risa. Es gracioso ya hasta por cómo habla. El nombre Antonio vino por esta cosa muy italiana, Antonio-Tanya. Nació medio de ahí, de la temporada de White Lotus en Italia y se fue deformando un poco. Antonio al principio representaba un poco el amigo gay, después comenzó la idea de que a Tanya un poco le gusta. Es también una distracción para ella en esa ciudad. Está el tipo que la está siguiendo y justo lo ve a Antonio, se va con él que termina siendo un forro. Ella sale cuando el tipo la echa diciendo “andate de acá” del Wanna Hotel, no queda claro quién es el forro en realidad.
-El final. La última canción ("DEJÁNDOTE IR") se sale de un conformismo muy común en el plano romántico que es el de "¡te vas!". No, yo te dejo ir. Me gusta mucho esa posición que desafía la postura de que algo no funciona y hay que lamentarlo. Le decís al otro "¡Te dejo ir! ¡No resolvés!".
-(Risas) Sí, como tomar la posta. Decir, "che, este chabón no va a hacer nada al respecto, me voy". Salió a lo último de todo. Costó mucho terminar el disco con los chicos, nos preguntábamos si faltaba algo. Duraba tres minutos el tema. Terminaba cuando empieza la parte instrumental. Un día Andy y Jero, como veníamos escuchando mucho Nine Inch Nails, se bajaron los samples de piano de "Ghosts" y armaron la instrumental con esos samples. Estuvo bueno porque los metí mucho a los chicos en toda la historia que yo quería contar. Les conté un montón de cosas de mi vida personal, me abrí mucho. Ellos fueron a fondo, lo re entendieron. Fue muy lindo.
-¿Y referencias en general cuáles hubo? Sean libros, películas o series.
-Referencias hubo muchas. El personaje con Marttein y con Vicki (la coreógrafa) lo creamos juntos. Nos juntábamos todas las semanas a actuar, armar a Tanya. Con Marttein veníamos mirando "The Handmaid’s Tale", hay un personaje que no tiene ojo y está medio loca, esta cosa que apareció mucho en "RIDÍCULO". Todo el disco lo trabajamos teniendo en cuenta en qué momento está cada personaje, cómo son sus caras según el momento. Trabajamos el tono máximo de Tanya en "BAD CHOICE", toda explotadísima. Lo de la boca salió por la Tanya de White Lotus, porque ella tiene la boca toda operada. Quería hacer un homenaje a esa cara, esta cosa de los labios y la boca operada. Cada tema tiene su punto de actuación. En "PUERTA" es Juana, todavía no es Tanya. Se está transformando y en "BAD CHOICE" ya llega full transformada. En "QUÉ IMPORTA" también, porque sigue con una postura de joda joda, entra Marttein y es todo más gracioso. Sigue habiendo una inocencia todavía ahí. Igual sabe que atrás tiene al tipo que la persigue. Representa algo que la atormenta, pero ella finge demencia. Se va chocando con un montón de cosas, todo lo que va pasando. En "WANNA HOTEL", por ejemplo, vomita. Yo tenía la idea de que Tanya estuviera en un hotel y todo el momento en el que entra con Antonio ahí se muestre, que sea una fiesta con viejos multimillonarios y se agarre a uno. Pero bueno, el presupuesto no alcanza, ni el tiempo ni el presupuesto.
-Una locura preguntarte sobre un proceso nuevo como qué sigue, claramente estás muy anclada en…
-Ya sé qué sigue.
-¿Podemos saber más?
-Tengo pensado hacer "TANYA en el crucero", continúa su historia. Abandonarla sería muy boludo de mi parte. El disco termina re triste, re bajón… ¿y ahora? Quiero que todo sea fantasía y felicidad, por un rato para ella (risas). Aunque tal vez se me ocurra algo medio turbio porque está en mi ser.
¿Cuándo ver a “Tanya”?
Juana Rozas presenta su segundo álbum TANYA en Niceto Club el 29 de mayo. Entradas en venta por Passline.