Música para un nuevo mundo: Berta Rojas y Gustavo Santaolalla reimaginan “The Last of Us”
La música a veces sucede como un milagro. Dos trayectorias que parecían seguir sus propios caminos, de pronto se encuentran y se abrazan con una naturalidad conmovedora. Eso fue lo que ocurrió cuando Berta Rojas, la reconocida guitarrista paraguaya y ganadora del Latin Grammy, unió su arte con el de Gustavo Santaolalla, leyenda viva de la música latinoamericana y responsable de la inolvidable banda sonora de The Last of Us.
Por el equipo Sintonía
En una charla distendida y cargada de sensibilidad, ambos artistas compartieron no solo su admiración mutua, sino también una visión profunda sobre la música como expresión de identidad y puente entre lo ancestral y lo contemporáneo. “Yo creo que la esencia de esta música está en lo que Gustavo quiere transmitir con el ronroco”, dice Berta. “Creo que es un faro de luz, no solamente sobre ese instrumento, sino también para todos los instrumentos de cuerda pulsada de América Latina”.
Santaolalla, por su parte, se mostró igualmente conmovido por el encuentro: “Conocer a alguien con esa capacidad de expresión y de virtuosismo, con ese manejo del instrumento, que quiera tocar una música mía y que quiera que la toquemos juntos, me parece increíble”.
La obra en conjunto que crearon para The Last of Us no solo reinterpreta una pieza icónica con nuevos matices, sino que también representa un cruce de caminos: el ronroco de Santaolalla —un instrumento tradicional resignificado con lenguaje contemporáneo— se entrelaza con la guitarra clásica de Berta, rica en matices del folklore del sur del continente. Además, en unas respuestas para Sintonía, Berta amplió su mirada sobre esta experiencia inolvidable.
La unión de dos mundos: música y sensibilidad
Rojas describe su acercamiento a Santaolalla como un encuentro natural, impulsado por una admiración profunda hacia el artista argentino. “Gustavo es un referente indiscutible si hablamos de música latinoamericana”, afirmó. Su fascinación se centró particularmente en el ronroco y la proyección internacional que Santaolalla le otorgó a este instrumento a través del videojuego y la posterior serie. La artista destacó la afinidad entre el universo sonoro de Santaolalla y su propia sensibilidad. “Todo el universo que genera Gustavo con su música es muy afín a mi sensibilidad”, expresó. Lo que los unió, en esencia, fue “la música y el mismo amor a nuestra América Latina; la música que hacemos nos enorgullece por su esencia vital innata a nuestra identidad”.
Lo ancestral y lo contemporáneo en The Last of Us
Al abordar la fusión de lo ancestral y lo contemporáneo en la banda sonora de The Last of Us, Rojas enfatizó la singularidad del enfoque de Santaolalla. “Es lo que le hace tan único a Gustavo: cuanto más uno se afirma en su identidad, más universal se es”, sostuvo. La música de la serie, a pesar de su contexto global, resuena con ritmos profundamente arraigados en la identidad latinoamericana. Rojas resaltó la presencia de un “característico 3 contra 2”, propio de la chacarera, que resulta “muy conocido a los paraguayos”. Para ella, esta es la “matriz de un ritmo que nos identifica a ambos”. Citó a Santaolalla: “Tocamos con nuestros acentos”.
Proyectos futuros y el abrazo a las raíces
Consultada sobre su interés en incursionar más en el mundo audiovisual tras esta experiencia, Berta Rojas se mostró cautelosa, indicando que algunos proyectos nacen de forma espontánea, mientras que otros requieren tiempo. “Esta obra en la que estamos trabajando hoy lleva ya dos años en proceso. Gracias a él puedo compartir cercanamente con personas maravillosas que aportan sus ideas y se suman a proyectos tan hermosos como ha sido sin duda esta colaboración. Como intérprete me gustaría seguir abrazando proyectos en los que me sienta identificada con mis raíces y con mi esencia”.
El aprendizaje de un maestro
Finalmente, al reflexionar sobre la experiencia de trabajar con Gustavo Santaolalla, Berta Rojas destacó la humanidad y la sencillez del músico. “Gustavo tiene esa capacidad de interpretar con toda la humanidad y sencillez de un grande, con la certeza de estar parado en un suelo que tiene muchas historias para contar y que se expresan tan bien desde su instrumento”, afirmó. Para la guitarrista paraguaya, haber compartido música y tiempo con él fue, sin duda, “una experiencia única”.
Así, en el alma de Berta Rojas resuena no solo la maestría de sus cuerdas, sino también el eco de un sueño latente para el continente. Un anhelo profundo que se teje con cada nota, uniendo lo ancestral con lo contemporáneo, demostrando que en la más íntima expresión de nuestra identidad reside la verdadera universalidad. Su arte es un lienzo donde se pintan paisajes sonoros de una América Latina orgullosa de su esencia vital.
Y así, mientras las melodías de The Last of Us se funden con los acentos de un continente milenario, Berta Rojas nos invita a escuchar. A escuchar con el alma, a sentir la tierra que nos sostiene y las historias que en ella se entrelazan. Su arte es un testimonio de que la grandeza no reside en la lejanía, sino en la certeza de estar parado en un suelo que tiene muchas historias para contar, historias que ella, Gustavo, y miles más, con cada pulsación de sus dedos, liberan al viento mensajes para que el mundo abrace.